miércoles, 12 de julio de 2017

PERFECCIÓN Y GRANDEZA.

Buscar la perfección es bueno si lo miramos desde el punto de vista de mejorar en tus virtudes y buen hacer y limar cosas que sabes de antemano que no son buenas para ti ni para tu entorno, sobre todo para ti. Al hacer esto también creces porque descubres la fuerza interior que tienes, que tú controlas y no te controla a ti. Un escaloncito más en esto que es la vida. No hay que dar lecciones a nadie, dátelas primero a ti mismo, y ya si fuese necesario tendrás que usar todo ello para ayudar a otro, desprovisto de valores y sin autoestima.
Se humilde y deja la medallas para aquellos que se consideran en posesión de la verdad y quieren imponértela. Probablemente ni ellos mismos son estables interiormente, porque el imponer ya de por si demuestra la falta de valores y la poca grandeza del ser humano.
Yo aprendo de ti y tú aprendes de mí, da igual de dónde vengas, cómo vengas y a dónde quieras ir. Recuerda siempre que la grandeza del ser humano es precisamente la Humanidad y la Franqueza.
No te fíes de aquellos que dicen que son perfectos y no te dejan hablar, háblales con mesura y con mucha asertividad, que comprendan que tus valores son grandes y fuertes y que no impones, sino que das ideas y escuchas, diciendo a lo que te gusta que sí y a lo que no te gusta que no.
Todos los días se aprende algo nuevo y de quien menos te los esperas, esa es la verdadera grandeza del ser humano.

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